martes, 1 de abril de 2008

Cuando la luz, jugaba conmigo




Cuando la luz jugaba conmigo

1

Noches a la orilla del mar de los perdidos

Sintiendo el viento y el frió atravesar los huesos... hendiendo con su daga huellas imperceptibles de dolor, conjugación perfecta para estos días.

Hay

Calles desoladas de perros vagabundos, mujeres y hombres sedientos de sexo y aventuras instantáneas, trozos de lluvia, para una postal de horror.

Estoy esperándote con los cofres de mi alma llenos de amor. Sin embargo escucho el vacío como una exageración, apenas descubro mis latidos, porque se que no vendrás a escribir esta noche la historia, ni una letra, ni un nuevo capítulo, más que en mi absurda imaginación... Como un demente quedo tendido, más que eso, mi cuerpo camina, pero mi alma, la esencia desmembrada a la intemperie de una noche eterna.

2

Hay personas que se miran a los ojos y se dicen amor en otros idiomas

Hay personas que se cubren de la lluvia con un paraguas, que se cubren de la indeferencia y sentencian la soledad al retiro con una sopaipilla

Hay tantas personas que están con los ojos cerrados y las caras llenas de felicidad porque se aman.

Ellos día a día escriben su historia,

Yo debo imaginarla y lidiar día a día para que se parezca a la realidad

¿Que puedo pedir después de darlo todo?

Duele el amor, el verdadero, el que te mata, ese que te lleva a beber con el diablo, a pactar tu muerte, porque el otro no hará un gesto de reconciliación con las páginas de un libro olvidado, mala memoria para lo importante

Buena para olvidar.

Dios, Diablo, Universo, yo mismo,

¿Quien debe apagar la luz?

Era otra época en que la luz jugaba conmigo

De rodillas con la muerte




Bendita muerte, llevame muy lejos
Desarma mi pequeño corazón en pedacitos de pan para que las aves puedan comerselo.

¿Dónde están cada uno de los pequeños sueños desechables de una existencia?

Cierro los ojos para caer en la mirada profunda de tus ojos
Como deseo morir, para revivir, para liberarme de las ataduras que subyugan a todo humano,
La ansiedad al miedo, a lo desconocido, galopan, y se disipan, cuando vienes en la mañana y se que es el último día donde podré escribir en este idioma, con estas letras, y allá en tu pecho dejaré de ser como era.

oH Bendita mujer de las oscuridades clava tu espada ..
y dejame morir en tus brazos